miércoles, 24 de diciembre de 2014

Feliz Navidad

Las luces de colores dan vida a un cuerpo muerto, como Cristo resucito un poco pero a paso lento.

Perfumes y fragancias alientan y llaman a lo que ojalá sean tiempo mejores. Vivo los años de un perro añorando que sean los de un vino.

Sexo con amor es algo en lo que ya no creo, si en que me la chupen mientras te recuerdo.

Aparecen imágenes etílicas de ti otra vez hablando más de la cuenta, conmigo por favor no dejes de mostrar una mueca de agrado o me quedaré parado. Lo mio no es salvar sino ser salvado.

Cualquier cosa dicha será usada en su contra, este tribunal de farsantes no tolera réplicas ni defensas y muchos menos iniciativas. Las poses nos alimentan.

Piensa en algo motivador que te dijeran sin una presión o un fin que pudiera justificar esa acción, mi baúl está lleno de errores y faltas de atención.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Palabras duras

La embriaguez es tan grande que no alcanzas a ver más allá de tu personalidad cobarde, eres un perdedor.

Suavizas tus movimientos cómo un arlequín que inaugura un espectáculo con canciones cutres pero que peleas aún sirviendo nada, pues estás acabado.

Las novias de otros son las únicas que te alientan mientras te pudres otra noche en la casilla de los solteros, abandonados y defenestrados. No te dejaron entrar en combate, no te dejaste.


Empiezas a zarandear tus torpes piernas, como Curtis sobre el escenario, apoyándote en los hombros que antes alentaban tus cacerías. Te parecen todas guapas, lo hemos notado.

Estás muerto en vida, no eres más que un deshecho andante que pide a gritos la muerte. Y entonces potas, lo que te permitirá recordar siempre esta noche memorable.
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jueves, 30 de octubre de 2014

Eh, no puedo


Tengo mis cojones, mi talento y alguna otra mentira de fin de semana.

Si ya me cuesta mirarme de más en el espejo como no voy a sufrir al verte por aquí. Pero por culo, que me den por culo.

Debería acotumbrarme a ver a las chavalas que me gustan largarse a votar al asiento trasero de un coche que no es el mio, pero no puedo. 

Con las tías soy como un gol en el noventa: O muy bueno o muy malo, o completamente innecesario. Ellas lo notan y yo no. Sigo con los chistes hasta que me dices ya treinta veces que no quieres verme, me doy por fin por aludido y te llamo zorra una docena de veces.

El mayor sufrimiento de la joven burguesía es darse cuenta que tendrá que vivir de rodillas. Pero oye, los rateros mataron a Ze Pequeño.

Fools Gold, otra cerveza. Te veo el lunes puta.



lunes, 20 de octubre de 2014

Aprendiz

Las tijeras que tienes sobre la mesa son cojonudas, pero creo que quedarían mejor clavadas en tu pierna acompañando a la sangre y a los gritos de todos los aquí presentes pues te las clavaría tan hondo que caerías directo al suelo. Sí. El cóctel perfecto. Pon uno de esos, haremos la mañana más entretenida.

Mientras las tardes sean largas, las noches serán mucho más cortas. De verdad que ya no sé cuanto estoy dejando de ganar. Mi vida se va y yo sonriendo con una botella de wishky del barato, claro que sí. Aunque podría ser peor, podría ir cogido a una guarra de la mano.

He olvidado tener ambición, y la sensación de riesgo. Sólo te quiero desde lejos como un buen cobarde, pero nadie es nadie para juzgarme.

Cada vez que veo mi reflejo en tus ojos se me encoge la polla, estoy aquí mirándote mientras me cuentas tu enésima depresión de niña rota. ¿Quién arreglará el estropicio que te dejó dentro ese idiota? Yo no, seguro.

Me iba a ir a Londres pero eso a vosotros os importaba una mierda, y bastante menos os importó que me retirase de la contienda.

Entre mediocres los días laborables, mendigando compañías interesantes los findes y acodarme de ti todos los putos lunes. No tengo nada más que una mierda que da vueltas como las ruedas de tu bicicleta, hazme feliz y quédate apoyada en mi puerta.

Sonrío mientras las cosas se tuercen, me deprimo buscando salidas y me crezco aguantando cuando de nuevo me das la paliza. La verdad es que no quiero tener amigas.

viernes, 15 de agosto de 2014

Luz, de cruce


La noche me consume, no hay luces a mi alrededor sólo oscuridad y caminos equivocados.
Pongo las largas e intento orientarme. Nada, sólo hay oscuridad. No tengo ni puta idea de donde estoy pero aún así sigo conduciendo. Más deprisa. Sudor frío, y cuarta.

Busco las luces en mi avance, nunca me habían importado las farolas. Por fin, tras unos minutos que duran dias, llego a un pequeño pueblo oscuro y desierto. Me calmo, aunque no demasiado.

No tengo cedas a mi paso y por eso no miro en los cruces. Más despacio, debería ir más despacio.
De repente un coche frena en uno de ellos con fuerza, junto a mi. Los faros anuncian el final, no veo. Suena a Kind Of Magic de Queen. No pienso en nada, no puedo. Casi la palmo cuando Mercury entona el falsete, pero no de gusto. El tipo se disculpa tras dar sólo, y tras el frenazo, un leve golpe en mi puerta. Pequeño, certero y sanador. La muerte es más esquiva cuánto más la quieres. Me voy.

Sigo conduciendo, como si nada hubiera pasado, buscando mi destino. Tengo ganas de llorar. Segunda, y rotonda. Doy gracias a Dios por no haber muerto. Este carrefour me es familiar. Sigo pensando en mi muerte, no quiero irme.Creo que es esta calle. No estoy tan mal, de la cabeza.

martes, 5 de agosto de 2014

Ayer advertí que puedo estar sin ti

Acostado en la cama recuerdo los días gloriosos. Recuerdo ser idiota y feliz, sin valorarlo.

Y es que las mentiras ocultan dolorosas verdades, los silencios inexistentes confesiones y los suspiros besos no consumados.

No eras el motor de mis escombros, pero no puedo dejar que andes por ahí haciendo volar a otro.

Ese otro ponía su oreja cuando yo necesitaba soltar mi lengua, ese otro encendía velas cuando yo necesitaba vislumbrar el camino, pero ese otro me prendió fuego cuando empezaba a andar sólo.

La entereza y el estoicismo con el que soporté traiciones en el pasado se fueron, veranearon, y sólo en la confesión me dejaron.

Con la velocidad veo desaparecer a los árboles, no a mis recuerdos ni a mis inquietudes. El tiempo los curará.

Pasan mil días y parece que dejo de sentiros por aquí, parece que vuelvo a vivir. Abro de nuevo mis putos ojos.

Ayer advertí que puedo estar sin ti, y que mi ignorancia llega hasta el presente. Vete con otro, y prometeme que serás muy feliz.

sábado, 28 de junio de 2014

La Vida A Veces

Me ha dicho que no, ahora le importa su futuro y salgo a la calle con los de siempre dispuesto a sufrir como nunca. Lo de ponerse guapo parece que carece de sentido si no vas a verla pero aún así me retoco el tupé mirándome en el espejo del ascensor. Estamos en la calle, comenzamos.
Camino con dos de mis chicos, nunca han coincidido esto es nuevo para ambos y yo tengo que hacer de eje de la agrupación. Sigo pensando en ella, mierda. Caminamos y ellos profesan que esta noche podría ser nuestra pero yo creo que Murcia esta noche no puede invitarme a nada, ni debería. No soy de los que follan  sólo con una copa.

Pasé de un plan para acabar en otro, llevaba tiempo sin ver al fucker. ¿Sabeis? Es ese colega al que deja su novia y decide, de manera irreprochable, tirarse a todo lo que se mueva. Bravo. Le admiro, yo no podría pero sé que el tercero que está a mi derecha se ve cada vez más inferior ante este pues él no puede aún queriendo. Idiota.

Cambiamos, ahora me muevo entre héroes caídos y princesas de muy dudosa categoría. La literatura es un tema prohibido, la música aquí no tiene público y el cine es el arte de Mario Casas. ¿Dónde estoy? Ah ya, en mi grupo. Ese grupo que ya tenía antes de que me saliera la barba. Sin embargo, entre tanto aburrimiento y conversaciones vacías que llegan desde el índice de masa corporal a las quejas de una vida acomodada, encuentro entre ellos una cara nueva, hermosa, atrayente e imperfecta. Esa tía está loca me dijeron poco antes de sentarme, pues me fascina. Quisiera conocer sus procesos mentales, sus aspiraciones y sus traumas. Además de tirarmela si no es mucha molestia. ¿Otra cerveza? Sí, forcemos las cosas.

Tras abandonar el puesto de mando después de la insistencia habitual del camarero, salimos del lugar donde nos habíamos hecho fuertes. Y nuestros looks veraniegos se pasean por la plaza buscando un destino. Somos catálogos de la mejores marcas, somos modernidad, somos estilos y somos fachada. No salgo en las fotos. Ella se va, y aún cuando sus ojos me atraviesan recuerdo el tiempo en que la pretendía pues no hubo suerte. También se va la mirada profunda, la voz ajetreada y el gesto nervioso de la chica loca. Pese a tener ya la misma impresión que el resto ella todavía me fascina, seguro que detrás hay una buena historia. Necesito una buena historia.

En el chino de la esquina recurrimos a la habitual negociación para sacar algo de alcohol del local. Tengo un colega que debería trabajar en la ONU, no quería vendernos nada pero salimos de allí con tres litros. Es bueno, el mejor en realidad.

Nos establecemos y seguimos bebiendo que es para lo que estamos en la calle, no para hablar de cosas importantes o planear algo interesante. A pocos les interesa eso aquí, y que yo participe supongo que a nadie.

La echo de menos, y empiezo a pensar que he salido para nada. Sus bromas, sus chistes o sus anécdotas me parecen fallidas, innecesarias y aburridas a partes iguales. Me río sin ganas. Debí irme antes pero se alarga mi estancia hasta poco antes de que salga el sol, a fin de cuentas es viernes y yo soy joven. O eso me parece al mirarme al espejo.

Me encantaría desaparecer, pero no con ellos. Me molaría escapar pero llevando sólo una maleta. Me gustaría morir sólo en sus cabezas, y que mi imagen se asocie con la ausencia. Sólo esta noche, mañana les volveré a llamar.

domingo, 15 de junio de 2014

Noche

Llego al bar, llevo dentro una botella y un cigarro de esos que me dan vida. Se mueve el suelo, mis piernas y las paredes. Mierda, ahora todas son guapas. Centrate. Busca la mesa. Ahí están.

Me siento y se levantan para saludarme, pues me levanto de nuevo. Ellos ahora empiezan y yo estoy ya que acabo. Cervezas, mentiras y risas como siempre. Soy un showman y el barman se lleva los quintos, nos vamos.

Salimos a la calle y me quedo solo con ella. Perdona que no te oiga, pero es que me he quedado sordo mirándote a los ojos. Joder. Sin este ciego podría ganarte, pero así de afectado sólo puedo afectarte. Ojos verdes, rayban, una piel blanquisima y un vestidito que deja adivinar su hermosa figura. Imagina.

Vuelven, sobrevivo al primer asalto. Y visitamos los bares más caros con el ambiente más alternativo y pseudointelectual, a mi esta gente no me gusta. Tú si, supongo que ya te has dado cuenta de eso y que en la cartera sólo me queda el DNI. Soy un partidazo.

Sentado en la puerta del bar huyendo del bullicio, te cuento la enésima tontería. Por tu risa me aguanto las ganas de mear el tiempo que haga falta. Cuando hablas me desarmas. No entiendo la mitad, dos jarras más chica. No soy tan elocuente como antes, y tampoco tengo la mejor conversación. Lo sabes.

Esto acaba porque ahora lo que queremos es comida y no bebida. Las parejas ya están hechas. Caminamos y noto el cariño en tus manos o en tus ojos. Todo va bien o eso me repito a mi mismo una otra vez.

En la gasolinera me dices que tienes que irte mientras tu amiga espera desde su puesto, me mira con rabia. No te olvidaré chica, ni esta noche ni mañana. La resaca es más gorda si llegaste solo a la cama.


domingo, 8 de junio de 2014

Reencuentro

El buen artista muere joven, dolido e incomprendido. Y eso le define.

Un buen artista explora los confines del arte hasta que este le debora, pierde su identidad conforme pasan los años y aborrece la contemplación de sus obras aún representando estas una exquisita belleza. Como ellos dicen, como yo a veces digo.

Sólo le gusta del arte creer que lo está haciendo. Odia descubrir como su material al final no lo es, que ese no es su mensaje y que se siente igual. Se odia después de crear porque así es el verdadero artista. Como ellos dicen, como yo a veces digo.

No soy un artista me dijo desde su estudio, y quizás nunca lo sea. Soy un humano más que sufre, que sueña y que necesita expresarlo.

Me gustó su humildad evitando la pedantería y los egos basados en mentiras.

Disculpen su osadía.

domingo, 11 de mayo de 2014

Regreso al Futuro

Catorce años han pasado ya desde que empezamos el nuevo milenio, y la cosa se ha estancado en un estado de maravillosa miseria y morbosa no felicidad.

El año que viene regresará Marty McFly buscando a su hijo y lo que encontrará le dejará sobrecogido. Pues no hay coches voladores, zapatillas que se abrochan solas o capullos sin personalidad y ropa hortera. Bueno si. Eso último si lo tenemos, y a montones. Como también poseemos una crisis económica a la que, tristemente, nos hemos acostumbrado y con ella una juventud que sufre buscando su lugar y reviviendo aquel mensaje Punk que profesaban los Sex Pistols en el tocadiscos de mi abuelo. There is no future.

Leo en la prensa para añadir más desgracias a mi pobre y descarriada vida que los bosquimanos desaparecen. Una tribu noble que lleva aquí más que nadie y que nunca se ha metido con nadie. Me han caído guay. Hijos de puta. Seguramente algunos de mis actos contribuyan a su extinción, como mi absoluta indiferencia, pero es que hay cosas más preocupantes como que Cañete o Valenciano lleguen al parlamento. Pues ese clima de insurrección que teme Aznar se iría a tomar por culo.

Al final reventaré de tanto pensar como solía decirme mi abuela, pues la dictadura a ella no le dejaba mucho margen pero, coño, les iba bien a ella y a los suyos. Con Franco se moría mejor.

Estando en la inopia, de manera permanente, todo oleria a hermosas flores silvestres. No tendría más que preocuparme en poner tres tonterias en tuiter sobre mi maravillosa felicidad con, o sin mi novio, y lo mucho que me llena comprar cosas o irme a la playa a lucir palmito.

¿Para qué digo todo esto? ¿Para alentar a las masas a salir a la calle y luchar por sus derechos? ¿Por la también defensa de los derechos de los bosquimanos? ¿Por advertir del mundo en el que vivimos? Pues si, un poco de todo. Digamos que queremos todo eso e igual nos conceden una pequeña parte.

Alguno leerá esto y pensará en cerrarme la boca, bueno más bien cortarme los dedos, pues me he dado cuenta de que vivimos en un país de censores. Eso está mal, eso no deberías decirlo, eso sobraba y eso mejor te lo callas. Estancados, ya te lo he dicho. En la dictadura también había censores, pero claro los tiempos han cambiado y la modernidad nos ha cegado.

Besos, y abrazos.

sábado, 22 de marzo de 2014

VIDA


Cuando sabes lo que quieres lo demás tiene una escasa importancia. Creo que esa frase define a la perfección mi estado cuando llegan ciertas noticias. Apuro los días persiguiendo un objetivo que no llegará nunca pero aún así lo quiero, lo deseo y creo alcanzarlo a cada paso que avanzo. Qué triste, qué mundano.

Los conjuntos vacíos pueblan mi mente y sólo una dosis recomendada, estudiada y calculada de estupefacientes me devuelve a la vida. Un instante fugaz, confuso y a la vez maravilloso. Como mi vida, como tu vida.

No avanzo por los rincones nocturnos como un perro callejero buscando un nuevo dueño, al que ladrar y respetar. ¿Para qué? El sexo, al final, es lo único que de verdad te ayuda a mejorar en esos casos. La valoración, la súplica, el poder, la lluvia y la posterior masturbación. Ojalá pudiera sentirme así de bien, siendo así de malo.

No creo que Dios tenga un plan especial para mí, no creo estar elegido por ningún destino y no creo que nadie me vaya a recordar si en plena fiesta me da por escapar. En cambio tú parece que si. ¿Por qué? ¿Qué te hace tan especial?

Me voy por las ramas, como he estado estando todos estos meses. De un lado a otro sin encontrar mi sitio. Escalando, descendiendo y volviendo a casa. Como casi siempre sólo, y con una sonrisa que me dio la vida antes de convertirme en un esclavo. La mantuve. Fingir es la estrategia y mi sonrisa es una bonita coraza. Un bufón triste ¿Quién lo hubiera dicho?

Las miserias de los demás hace tiempo que dejaron de preocuparme. Pues si tu novia te deja, lo superas. Si te odian pues que se jodan. Y si eres imbécil pues mejor te callas, intentaré recordar eso último. ¿Qué voy a decirte que no sepas? ¿Qué te voy a contar que no veas? Si a mi lo que me mantiene vivo es un ego hecho a base de puñaladas.

Dios, qué coñazo. Soportar además la enésima réplica, el comentario experto que busca una reacción: Tu trabajo en la serie está bien pero... No recuerdo haberte preguntado. La verdad,, me acordaría si hubiera querido saber tu puta opinión.

La vida, el desastre, estas letras, un momento, una reacción y a la vez nada.

lunes, 27 de enero de 2014

La pobreza de mis construcciones sintácticas



Me parece aburrido el mundo ahora que lo único que me preocupa es sacar un par de asignaturas.

Me parece maravillosa la canción No.1 Party Athem de Arctic Monkeys.

Me parece muy vulgar vender un cuerpo en Instagram.

Me parecen banales nuestras conversaciones, cuando yo lo que quiero hacer de verdad es besarte. Deja de hablar.

Me parece gratificante dirigir e interpretar una escena que ha salido de mi cabeza.

Me parece estúpida esta entrada.

Me parecen amenas nuestras charlas a medianoche, siempre en nuestro parque. Con nuestro futuro incierto y pasado perfecto.

Me parece desagradable el consuelo que te profesas cada mañana al salir de la cama.

Me parecen faltos de sentido tus pensamientos, así como tus motivaciones, tus devociones y tus razones. No me toques hoy los cojones. 

Me parece horrible la forma en la que me miras, como si fuera alguien que no conoces, alguien que no muestra frente a ti sus emociones. Creía que esto avanzaba. De verdad, lo pensaba.

Me parece inoportuna tu menstruación.

Me parece necesaria la masturbación.

Me parece bueno el pensamiento de cambiar de ruta a mitad del trayecto, lo tengo cada vez que me vibra el culo en ese asiento.

Me parece tan lejana tu casa que dejé de tenerte entre mis aspiraciones.

Me parece todo tan vacío como esta frase.

Me parece casi todo tan feo como la última vez que me arrastré para tenerte.

Me parece mal que ya no me hables. Perderás esta batalla contra el frío mientras me mantengo caliente en otros portales.

Me parece cobarde no intentarlo.

Me parece doloroso tenerte aún entre mis recuerdos.

Me parece genial morir habiendo matado.

Me parece censurable hablar, sin pensar, siendo escuchado.

Me parece oxidado mi vocabulario.

Me parece cada vez más desgastado el brillo de mis ojos cuando alzo la vista buscándome en el espejo.

Me parece todo tan mal realizado como esta entrada, esta vida, y esta despedida.