miércoles, 7 de noviembre de 2012

Contento Por Nada

Recuerdo el sábado noche. Camino exhibiendo una sonrisa por la calle. Estoy contento, que raro. Recuerdo todo lo que he vivido ese día. Fue un placer, fue un gusto estar con esos benditos cabrones. No era una noche común, no era una noche cualquiera. Era una buena noche. Necesitaba eso. Las cerves, las bromas, el hachís y todo lo demás. Necesitaba volver a casa sin sentirme vacío.

Días atrás en un rato libre me pillé a mi mismo inspeccionando mi blog y comparando este con otros tantos. Me doy cuenta de que parezco un tipo triste, solitario y melancólico. Supongo que alguno tendrá esa impresión de mi, me la trae floja la verdad. Pero no termina de convencerme leer esas letras llenas de sufrimiento por tonterías que en perspectiva no eran para tanto, no todas ellas claro. Pero debería haberme crecido y haber sido más fuerte aunque a toro pasado, como suele decirse, todo es más facil de ver.

Aún hay cosas que me persiguen como la indecisión a la hora de hablar de mi futuro, un entorno en el que no termino de estar a gusto o el recuerdo de mi Margot particular, esa que perseguía Rubén Pozo en aquella gran canción que escribió para Pereza. Cuando mi cabeza me deja los mando a todos a tomar por el culo. Escribir sobre todo esto es fácil, mucho, se podría decir que el portátil lo hace sólo. Pero escribir sobre lo bien y lo contento que está uno es complicado por eso he revivido al principio el que fue para mí el mejor momento de la semana anterior, una semana bastante mala.

Recordé todo esto para llegar a la conclusión de que no hay que desanimarse sino ir hacia adelante. Aunque te den muchos palos por el camino, nunca sabes que te puede reservar el destino.