sábado, 24 de octubre de 2015

Iros a tomar por culo, anda


Tengo un día raro de cojones, de esos que no sabes muy bien porque ocupas tu cuerpo.
Sin plan para esta noche o conversación pendiente, alimento mi alma de mundanos quehaceres como correr u otras mierdas. Quiero sentirme feliz, parecer feliz. A mí personalmente me calma, me deja KO y más dócil.

Llevo cinco años esperando a que me pase algo, cinco. Y ni el dinero ni el trabajo ni la sonrisa de mi padre orgulloso calman mi deseo. Quizá debería empezar a pegarle a la coca, os veo la hostia de felices.

La puta Tulsa.

Un coño seria un remedio útil, creo. Ya lo he probado casi todo y eso es lo que más echo en falta. Pero no tengo cojones y cuando te veo la verdad es que la valentía no me sale, pero tampoco es que la busque. Hago el imbécil, me es más fácil como estado natural de mi persona. Sí.

¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Cual es mi misión? ¿Grabar bodas y que la gente me recuerde como un bocazas triste y estúpido? ¿Comandar un ejército de idiotas? ¿Ser ese tío que apuntaba maneras y acabó vendiendo aspiradoras? No sé, pero lo huelo.

Tengo que salir ahí y... Insertarme en la cabeza un mensaje motivacional de medio pelo, el que me queda, y luchar por unos sueños que no cumpliré jamás. Además de aspirar a chupar un coño de clase alta para calmar mi deseo de inferioridad. Sí, qué bien suena joder.

Debo aprender tantas cosas, aplicarme tantos consejos, meterme en otros papeles, quererme... Debo hacer tanto antes de estallar a los veintisiete, como los grandes . Además, ya que estamos, debo aprender a no ser un niño estúpido y borracho para que notes que quiero follarte. Debo, y debo como debí conformarme.

Joder, si me vierais ahora. Aun dando asco soy perfecto, y mejor que vosotros. Estúpidos.

Tengo un día raro de cojones, de esos que no sabes muy bien porque ocupas tu cuerpo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Di lo que quieras